Nuestro último viaje realizado fue al Valle de Huaylla Belén, para el cual tuvimos que sortear una serie de inconvenientes y percances, pero que al final hicieron de este viaje se convierta en una gran aventura llena de anécdotas, percances y tramos alternos que tomar a causa de un loro verde que quiso darse a conocer a nuestras costas en Cáclic.
La aventura se inició justamente en este punto, cuando se nos ocurrió tomar una ruta alterna, la cual consistía en subir por el camino de herradura desde el puente Utcubamba (sobre el río del mismo nombre) hasta la localidad de Inguilpata. Tramo que por el solo hecho de ser un camino de herradura se vislumbraba como una verdadera odisea.
Tomada la decisión de ir por esta ruta, se procedió a ascender por esta vía la cual fue recorrida a lo largo de sus 4.2 Km. con la ayuda de todos los compañeros de viaje y el buen tiempo que estaba de nuestra parte.
Luego de sortear una serie de curvas cerradas y empinadas, al promediar las 4:00 pm estábamos en la parte media del tramo, para luego encontrarnos con otra seguidilla de curvas cerradas y empinadas que nos obligó a empujar las motos, que por lo inconsolidado del terreno hacía patinar a las llantas, en especial de las Tornados que estaban sin llantas todo terreno.

Edy con la Tornado subiendo el inicio del camino de herradura

Empujando una XL250 moto 3 veces el peso del dueño

La Honda Tornado 250 patinando en una curva cerrada y empinada

El mejor piloto, Cyber el que menos se cae en los viajes

Edy apretando para que la poderosa XR650 no suba sola y le deje en medio camino

Como siempre no faltan los que solo miran.... jejejeje

Un terreno difícil para manejar la Honda XR650.... y también para empujar
Al promediar las 5 de la tarde empezó el calvario cuando la moto de nuestro querido amigo Lenin “La Bestia” presentó una avería, producto del esfuerzo a que habían sido sometidas las motos y ni que hablar de los pilotos. Motivo por el cual se tuvo que armar yuntas de toros entre nosotros mismos para jalar y empujar la moto cuesta arriba, lo cual resultó todo un reto físico para los pilotos.

9 motociclistas a mitad del camino de herradura, tomando aliento para el siguiente tramo
En plena travesía nos cayó la noche la misma que se convirtió en cómplice de nuestro idilio. Por supuesto para eso el líder del equipo junto al comité de damas de RAM PERU y porque no mencionar a las peligrosas, ya tenían listas un par de refrescantes gaseosas Amazonía, que para ese momento cayó a pelo para los bravos toros que tiraban de la moto, convirtiéndose, según los entendidos en la materia en la gaseosa más rica del mundo.

La poderosa nave Honda XR650, para la próxima le ponemos arrancador por que cansa patearla

La poderosa gaseosa Amazonía XR3L, cumpliendo su función de aplacar la sed

Al final del camino de herradura cansados pero todos alegres, si no miren la cara de Lenin
Sorteado este tramo, emprendimos viaje por la carretera que conduce a la localidad de Luya;, una villa tranquila y acogedora que nos recibió y acogió hasta la media noche. En esta localidad comimos una suculenta cena, luego de la cual revisamos las motos y dimos el mantenimiento respectivo. Para seguir nuestro camino rumbo a la localidad de Cohechan, en un aproximado de 40 minutos de continuo ascenso, prosiguiendo por un aprox. de 15 minutos más hasta Conila, lugar desde el cual seguimos en ascenso, siempre por carretera afirmada hasta la cumbre de los cerros que albergan al Valle Huaylla Belén por su margen izquierda; desde aquí empezó el descenso con una visibilidad reducida debido a la oscuridad de la noche y densa neblina imperante en la zona a esa hora de la madrugada.
Luego de un lento descenso, producto de constantes demoras y esperas a los motociclistas que se habían confundido de ruta, llegamos al albergue del Valle al promediar las 3:30 am.
Ya por la mañana se pudo apreciar la belleza y majestuosidad del Valle, quien nos recibió con una llovizna intermitente y un frío moderado, pero nada que un buen té caliente no pueda aplacar.

Vista panorámica del Valle Huaylla Belén
Mención aparte, cabe señalar que según las características observadas en la geomorfología del paisaje se puede deducir que se trata de un valle en U formado por la acción geológica de los glaciares, desde hace muchos millones de años atrás, superficie sobre la cual ha discurrido el río Huaylla, el mismo que ha delineado su lecho de forma serpenteante (meándrica) abriéndose paso por los sedimentos glaciales de forma lenta debido a la poca pendiente de la zona. Lo cual le da esa característica particular y belleza natural del lugar.

Por la mañana en Huaylla Belén, pelándonos de frío, si no miren la expresión de Edy

En medio del Valle y con lluvia, las motos patinaban en el barro

Implantando un nuevo deporte, "la pesca en moto", aunque no parece pero este alemán de Mendoza ya tiene un par de truchas en sus zapatos
El regreso hacia la localidad de Conila se convierte en otra odisea, ya que esto sucede en medio de una intensa lluvia, que unida a la acción de tracción de las llantas de camionetas 4x4 que por ahí circulan, dejan a la carretera con barro removido y zanjas producto de la huella de estos vehículos; los cuales ponen a prueba una vez más a las motos y pilotos, al tratar de sortear o seguir el mejor sitio de la carretera para las dos ruedas.

Al regreso a Conila, donde no faltó el baile, patinaje y caidas sobre el barro

En la plaza de Conila, esperando a Rocotín que venía trapeando la carretera
En resumen resulta un viaje extraordinario, lleno de aventura, anécdotas, adrenalina, experiencia adquirida y sobre todo una belleza sin igual de la zona, digna de ser visitada y una maravilla más de nuestro Perú.
Queda pues, invitar a todos los amigos turistas nacionales y extranjeros a visitar estos bellos lugares, en los cuales parece que el tiempo se hubiese detenido, al gozar de una tranquilidad relajante. Agradecer además a nuestros visitantes y lectores de este blog, el cual no tiene mayor intención que el de plasmar nuestras vivencias y promover el turismo de nuestra región y país; como un preámbulo a nuestra próxima travesía hacia el Ecuador, a realizarse este 25 de octubre de 2008, con la finalidad de promocionar el Circuito Turístico del Eje Vial Binacional Perú – Ecuador, cuya capital ha sido elegida la ciudad de Chachapoyas.